Mejorando la Cultura de Inocuidad Alimentaria

Mejorando la Cultura de Inocuidad Alimentaria basado en las dimensiones de cultura de inocuidad de GFSI es uno de los caminos que se pueden tomar.

En la industria alimentaria, garantizar la inocuidad y calidad de los productos es una prioridad absoluta. Cada año, millones de personas sufren enfermedades transmitidas por alimentos (La OMS estima que el 10% de las personas se enferman por alimentos contaminados, cada año), y es responsabilidad de todas las organizaciones involucradas en la cadena de suministro alimentaria asegurarse de que sus productos no representen riesgos para la salud pública. La Global Food Safety Initiative (GFSI) ha desarrollado un conjunto de dimensiones que ayudan a las empresas a mejorar su cultura de inocuidad alimentaria y, por ende, garantizar productos seguros para los consumidores.

En este artículo exploraremos cómo aplicar las dimensiones de la cultura de inocuidad de GFSI dentro de las empresas para mejorar la inocuidad alimentaria en la cadena de suministro. A través de un enfoque práctico, discutiremos cómo las organizaciones pueden integrar estas dimensiones en su día a día y cómo ello puede transformar la forma en que gestionan la inocuidad de los alimentos.

Las Dimensiones de la Cultura de Inocuidad Alimentaria

La GFSI ha identificado cinco dimensiones clave que forman la base de una cultura de inocuidad alimentaria sólida. Estas se muestran gráficamente en la figura 1.

1. Visión y misión

2. Personas

3. Consistencia

4. Adaptabilidad

5. Conciencia de peligros y riesgos

Figura 1. Dimensiones para mejorar la cultura de inocuidad alimentaria

Cada una de estas dimensiones desempeña un rol crucial en la construcción de una cultura que promueva la seguridad alimentaria y fomente el cumplimiento de los más altos estándares en toda la cadena de suministro.

Dimensión 1: Visión y Misión

La visión y misión de una empresa son los pilares fundamentales que establecen su propósito y dirección estratégica. En el contexto de la inocuidad alimentaria, es esencial que estas declaraciones incluyan un enfoque claro hacia la seguridad alimentaria, subrayando la importancia de ofrecer productos que no representen riesgos para los consumidores.

Una forma efectiva de implementar esta dimensión es asegurar que la visión y misión de la organización estén alineadas con las expectativas de inocuidad alimentaria. ¿Qué significa esto en la práctica? Implica que los líderes de la empresa deben comunicar claramente sus compromisos con la inocuidad alimentaria a todos los niveles de la organización y garantizar que estos mensajes lleguen de manera efectiva a empleados, proveedores y clientes.

Por ejemplo, si una empresa tiene como misión ser "líder en innovación alimentaria", esta innovación debe ir de la mano con un enfoque firme en la inocuidad. Los mensajes sobre inocuidad deben ser transmitidos a través de múltiples canales: reuniones internas, correos electrónicos, plataformas de capacitación y otros medios corporativos. Además, los líderes deben asegurarse de que estas directrices no solo se comuniquen, sino que se implementen y supervisen constantemente.

Dimensión 2: Personas

El activo más importante de cualquier organización son sus personas. En el contexto de la inocuidad alimentaria, la participación de cada individuo en la cadena de suministro, desde los operarios de planta hasta los altos directivos, es crucial para garantizar que los estándares de seguridad se mantengan. Esta dimensión se enfoca en capacitar, educar y empoderar a las personas para que comprendan su rol en la inocuidad alimentaria y trabajen proactivamente para mantenerla.

Para fomentar una cultura de inocuidad, es vital invertir en programas de capacitación que no solo brinden el conocimiento técnico necesario, sino que también desarrollen una conciencia profunda sobre la importancia de la inocuidad en el trabajo diario. ¿Cómo se logra esto? A través de la creación de sistemas de recompensas y reconocimiento que promuevan el comportamiento seguro y la responsabilidad individual. Asimismo, es crucial que las empresas adopten una gobernanza clara en la que se defina el rol de cada empleado en la cadena de suministro y se asegure la rendición de cuentas.

Dimensión 3: Consistencia

Una cultura de inocuidad alimentaria efectiva requiere consistencia en la aplicación de políticas y procedimientos en toda la organización. Esta dimensión subraya la importancia de que las acciones y decisiones estén alineadas con los estándares de inocuidad alimentaria, desde los altos directivos hasta las operaciones en planta.

La clave para mantener la consistencia es tener sistemas robustos de medición del desempeño, mediante los cuales las empresas puedan evaluar sus prácticas actuales y ajustarlas según sea necesario. Por ejemplo, muchas organizaciones realizan auditorías internas regulares para medir el cumplimiento de sus políticas de inocuidad. Estas auditorías no solo deben centrarse en los resultados de la producción, sino también en los comportamientos y decisiones cotidianas que afectan la inocuidad de los productos.

Para reforzar la consistencia, las empresas también deben documentar claramente sus procedimientos y asegurar que esta documentación sea accesible para todos los empleados. Un sistema de gestión de documentos eficaz no solo mejora la transparencia, sino que también protege a la organización de depender demasiado del conocimiento individual, asegurando que los procedimientos correctos se sigan incluso en situaciones de rotación de personal o cambios operacionales.

Dimensión 4: Adaptabilidad

La adaptabilidad se refiere a la capacidad de una organización para responder de manera efectiva a cambios en su entorno, como nuevas regulaciones, crisis alimentarias o avances tecnológicos. Las empresas con una cultura sólida de inocuidad alimentaria son aquellas que no solo reaccionan ante estos cambios, sino que los anticipan y preparan a sus equipos para enfrentarlos.

Un componente clave de la adaptabilidad es la agilidad en la toma de decisiones. ¿Cómo se puede aplicar esto en la práctica? Por ejemplo, cuando ocurre una crisis alimentaria, como una retirada de producto, una empresa con una cultura fuerte de inocuidad sabrá cómo gestionar rápidamente la situación para minimizar el daño, comunicar el problema a las partes interesadas y prevenir futuros incidentes.

La capacidad de una empresa para adaptarse también está vinculada a su enfoque hacia la gestión de crisis y la resolución de problemas. Esto significa que las empresas deben tener planes de contingencia bien estructurados y actualizados regularmente, así como procesos efectivos para identificar y solucionar las causas raíces de los problemas cuando surgen.

Dimensión 5: Conciencia de Peligros y Riesgos

Una de las dimensiones más específicas de la cultura de inocuidad alimentaria es la conciencia de los peligros y riesgos. Este elemento implica educar a los empleados sobre los posibles riesgos asociados a los alimentos que manejan y garantizar que todos comprendan su rol en la identificación y mitigación de esos riesgos.

Para fomentar una conciencia sólida de los peligros, las empresas deben proporcionar educación científica y técnica actualizada a todos los niveles de la organización. ¿Cómo puede esto beneficiar a una empresa? Mantener a los empleados informados sobre las mejores prácticas de la industria, los avances tecnológicos y los incidentes recientes en el mercado ayuda a mejorar la capacidad de respuesta y reduce la posibilidad de incidentes de seguridad alimentaria.

Además, las empresas deben realizar verificaciones regulares para confirmar que los empleados están conscientes de los riesgos y saben cómo actuar ante ellos. Esto puede incluir auditorías internas, revisiones de casi-incidentes y observaciones del comportamiento en el lugar de trabajo.

Conclusiones

La implementación efectiva de las dimensiones de la cultura de inocuidad alimentaria de GFSI puede transformar significativamente la manera en que las organizaciones gestionan la seguridad alimentaria. La visión y misión alineadas con la seguridad alimentaria, el empoderamiento de las personas, la consistencia en las políticas, la adaptabilidad ante cambios y una fuerte conciencia de los peligros y riesgos son esenciales para construir una cultura de inocuidad robusta y sostenible.

Mejorar la cultura de inocuidad alimentaria no es solo una cuestión de cumplir con regulaciones; es una estrategia que protege a los consumidores, fortalece la confianza en la marca y asegura la sostenibilidad del negocio. Al integrar estas dimensiones en sus operaciones, las empresas no solo cumplen con los estándares internacionales, sino que también garantizan un enfoque proactivo y preventivo hacia la seguridad alimentaria, lo cual es fundamental para su éxito a largo plazo.

Fuentes de información

1)     Organización Mundial de la Salud. Cada año mueren 12,6 millones de personas a causa de la insalubridad del medio ambiente. [En línea] <https://n9.cl/32pm> [Consulta: 10 de agosto 2024].

2)     GFSI. Una cultura de inocuidad alimentaria-declaración de posición. V1.0 - 4/11/18. [En línea] <https://n9.cl/qu74n> [Consulta: 04 de julio 2023].

3)     ACHIPIA. Frank Yiannas. Cultura de Inocuidad Alimentaria. Traducción del Inglés. 2009.

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